
Mi papa se ponía muy borracho cuando estaba chiquita y todo los días lo miraba en el sofá acostado, esperando que mi mama llegara de trabajar para decirnos cosas a las dos. Yo tuve que tomar el lado de mi mamá siempre y cuidarla para que mi papa no le hiciera nada. Yo encerraba a mis hermanos en el cuarto y les decía que no lloraran para que mi papá no le gritara a mi mamá y que no le dijera que por culpa de ella, que ella nos hacía llorar. Yo miraba a mi mamá llorar todos los días, encerrada en el cuarto rezándole a Dios que todo saliera bien. Lo perdoné tantas veces y siempre me terminaba decepcionando. Sigo esperando que algún día se dé cuenta de todo el daño que nos hizo y que pida perdón.
Your Turn. Say It In Six™
Zero Words
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